El día 25 de febrero se celebró en el salón de actos de nuestro centro universitario un homenaje en torno a la figura de Giner de
los Ríos. Un encuentro íntimo y sencillo dónde se trató de recordar y evocar sensaciones de la figura de nuestro: <>, como así lo designaba su amigo y compañero Miguel de Unamuno.
Entre versos de aquellos que compartieron anécdotas, venturas y desventuras con el pedagogo, ensayista y propulsor de la Institución Libre de Enseñanza arrancaba este homenaje haciendo un ameno recorrido por los aspectos más relevantes de su vida, sus influencias, sus viajes y su afán por dar un cambio en nuestra educación con aspectos tan significativos como: la educación integral, la no mecanización, el despertar el interés por medio del acto reflexivo o la importancia de la coeducación entre hombre y mujeres.
Aunque su lucha y su revolución por el cambio fue constante. Cuando murió, en 1915, Francisco Giner de los Ríos había cumplido su sueño de transmitir sus valores a una nueva generación, pero también era consciente de la flaqueza de aquel legado que había sobrevivido durante años gracias a su arrojo y a su personalidad excepcional.
En la actualidad, es un icono de referencia para nuestros jóvenes maestros, pues desde este enfoque se apela a la auténtica profesionalidad, a una alta motivación y a una formación continuada en temas relacionados, no con cualquier enfoque de la educación, sino con una educación funcional, con la educación para la vida (habilidades sociales, consumo…) y con la formación de ciudadanos, aspecto que en muchos casos no se pone en práctica. Es desde el mero acto de educar desde dónde se despiertan conciencias y se regenera un país.
Para sorpresa de los asistentes y como punto final al homenaje se premió la dedicación del hermano Teódulo García Regidor que entre gestos de sorpresa y alegría se dirigía a los estudiantes animándoles con sus palabras: <<¡Adelante, ahora os toca a vosotros!>>
