La Salle Centro Universitario ha contado con la visita de Sergio C. Fanjul, escritor y periodista, quien ofreció una inspiradora charla sobre la importancia del paseo y las profundas desigualdades que marcan nuestras ciudades.
Durante su intervención, Fanjul reflexionó sobre cómo las grandes ciudades han dejado de ofrecer espacios para el disfrute del paseo, una práctica que históricamente ha sido fuente de inspiración en la literatura y el arte en general. Señaló que, en lugar de pasear o descansar en un banco, es más habitual ver a la gente ocupando terrazas en las calles. Esta pérdida de espacio público destinado al paseo refleja una ciudad pensada para el consumo más que para el bienestar de sus habitantes.
A través de su experiencia recorriendo los 21 distritos de Madrid, Fanjul ha podido observar las profundas diferencias económicas y sociales que dividen la ciudad. Explicó que Madrid es una de las urbes más segregadas, con marcadas disparidades entre el norte y el sur. Los barrios del sur, históricamente obreros y en muchos casos construidos con gran esfuerzo por sus comunidades, aún reflejan su origen humilde. En su día, estos barrios fueron levantados con edificaciones precarias, en entornos sin agua corriente ni asfaltado, pero con una fuerte unión vecinal que logró mejoras significativas. A pesar de ello, las desigualdades persisten y se reflejan en aspectos como la limpieza urbana, los servicios públicos, la esperanza de vida o la calidad de la alimentación.
Fanjul destacó que esta segregación no solo afecta a las clases más desfavorecidas. Una desigualdad tan marcada perjudica a toda la población, pues crea sociedades menos seguras y con peores servicios e infraestructuras generales. Comparó esta situación con países de América Latina, donde la inseguridad obliga a los más ricos a vivir en urbanizaciones cerradas. También hizo referencia a ciudades como Nueva York o Los Ángeles, donde el sinhogarismo y la drogadicción se han vuelto tan comunes que incluso se normalizan, sin que estos problemas impacten en los procesos de turistificación y gentrificación.
La charla también abordó cómo las ciudades modernas parecen estar diseñadas más para el turismo que para sus habitantes. Los políticos, afirmó, rara vez piensan en construir una «ciudad de cuidados» útil para sus ciudadanos. En su lugar, se centran en planificar espacios destinados al consumo y la venta. Un ejemplo de esta tendencia es la arquitectura hostil, que utiliza elementos como reposabrazos en mitad de los bancos más largos para evitar que las personas sin hogar se tumben o alféizares inclinados para disuadir a cualquiera de sentarse. Muchas veces, estas intervenciones se camuflan como obras artísticas, pero tienen un claro objetivo excluyente.
Sergio C. Fanjul concluyó reflexionando sobre cómo estas dinámicas urbanas afectan a la vida cotidiana y a la cohesión social, dejando una profunda impresión en el público asistente que pudo disfrutar del turno de preguntas que derivó un interesante debate final en el que se repensó la relación entre las ciudades y quienes las habitan.