Cuando Cory Barlog es el director creativo del estudio Santa Mónica (autor de la saga). Cuando señala las referencias en las que han basado la historia del último God of War, nos queda claro que ellos se han hecho ya la pregunta. Camino a la perdición (Max Allan Collins) y La carretera (Cormac McCarthy) son historias que exploran las complejidades de la relación padre hijo. Son además un ejemplo claro de éxito en la adaptación de un libro a película. Eso sin entrar en el trasfondo mitológico característico de la saga, plagado de relaciones familiares tormentosas.

Público

La exploración de esa relación garantiza una buena trama. Pero, ¿para qué público? Tal vez Santa Mónica intenta conseguir con Atreus el famoso efecto Harry Potter (millones de niños de 12 años esperando una carta de Hogwarts, cumpliendo años con él) con los jugadores más jóvenes que se inician en los videojuegos triple A. Viviendo aventuras, teniendo poderes y acompañando a su padre en una aventura épica (aunque poco favor le hará a su padre la comparación con Kratos).

O a lo mejor pretende traer de vuelta a aquellos jugadores de las ediciones anteriores de God of War que se hayan alejado de la saga a base de cumplir años, o la encuentren poco atractiva comparada con otras historias más novedosas, planteándoles una experiencia acorde a su edad actual: la relación con los hijos que ya han tenido o están pensando en tener.

En todo caso, la mera existencia de este planteamiento, su correcta implementación, y el éxito obtenido por otros estudios con propuestas de trama similares (The Last Of Us, Fall Out 4, Horizon Zero Down, Beyond Two Souls, etc.), parecían configurar una apuesta segura.

Superventas

Y así ha sido. God of War 4 es el videojuego más vendido no solo de la saga, sino de la historia de la PS4. Y no nos queda ninguna duda de que más allá de ir matando a diestro y siniestro, o descifrando puzles (en mis altares para siempre las escaleras en isométrica de la tercera entrega), cómo andar de un lado para otro cuidando y viviendo aventuras con tu hijo tiene mucha culpa.

Transmedia

Echo en falta, no obstante, un despliegue transmedia de la trama. De la historia conjunta de los personajes, de sus inquietudes y motivaciones. Queremos vídeos de la vida de Atreus, queremos aplicaciones móviles, cómics, libros, web series… como propone Final Fantasy XV Universe. Queremos sentirnos partícipes de la historia que vivimos al jugar al God of War 4. Porque, ¿qué razón mayor para vivir una aventura que la promesa de poder contar una buena historia?

¿Es God of War un juego para padres?

Si los que empezaron a jugar a God of War en su primera edición han acudido a las tiendas a por esta nueva entrega (y así parece) podemos asegurar que es un juego para padres. Y para hijos. Porque todos somos el hijo o hija de alguien.