Tras una conferencia el 9 de marzo a la que asistieron estudiantes de tercer curso del Grado de Educación Primaria y del Grado de Terapia Ocupacional, el autor de la última exposición del Espacio Creativo La Salle, Leandro Alonso, inauguró la exposición titulada “Superposición, fragmento, recorte”. En la conferencia transmitió cómo el trabajo del escultor está en la mirada, tras ella, una serie de procesos se concretan en un objeto, una escultura. Nos mostró cómo colabora con otros artistas y la comunicación que se puede establecer a través de las obras: “Todo empieza con una imagen, no necesariamente real, puede ser mental o, mucho mejor, emotiva”. Nos hizo partícipes de esa “mirada” donde surge lo bello.

El contenido de esta muestra, obra en papel y fotomontajes en lona, responden al mismo proceso que las esculturas. Partiendo de esa imagen, algo que podría ser una caligrafía, de la que no conocemos las claves para descifrarla, pero que nos agita la sensibilidad, nos conmueve, se produce una descarga de tintas, grafito, acrílico y/o rotulador sobre el papel.

Después el deseo de ocultarlo obliga a la superposición de más papeles y a troquelar estos para mostrar solo una parte o un detalle y semiocultar el resto tras capas traslúcidas. La luz en el montaje se encargará del resto….

“Del mismo modo” (Cercedilla nov-dic 23) pasa con los fotomontajes, la imagen que produce la conmoción provoca el impulso de encuadrar con el teléfono o la cámara y pulsar el disparador.

Una imagen llama a otra y se superponen, en la transparencia surge la obra, perdiendo parte de cada una de ellas, pero enriqueciéndose mutuamente a los ojos del autor, igual que surge la metáfora con la unión de dos o más palabras.

Tanto en los papeles (“caligrafías extrañas”, “oquedades oníricas” o “Ariadna no pasó por aquí”) como en los fotomontajes, adquiere importancia el fragmento, el sentido del fragmento y su relevancia: el fragmento que queda a la vista a través de los troquelados del papel y el fragmento que es el fotomontaje, compuesto a su vez de retazos del paisaje cotidiano.

Vivimos tiempos y espacios limitados que hacen que nuestra percepción del mundo sea fragmentaria. También la obra de esta exposición.

Fue una experiencia enriquecedora para nuestras y nuestros estudiantes que no suelen recibir clases magistrales en las que se aborde materia desde una perspectiva tan artística y emocional.

La exposición se podrá disfrutar hasta el próximo 12 de mayo.